Tanto para aquellos que están aprendiendo un segundo idioma, como para las personas que son monolingües, las palabras intraducibles siempre han causado fascinación. Existen listas y listas de palabras como tsundoku, cafuné o sobremesa, que supuestamente no existen en otros idiomas y que son imposibles de traducir.

Pero, ¿de verdad son palabras intraducibles? Para responder esta pregunta, primero deberíamos determinar qué entendemos por “traducción”.

Tsundoku - palabras intraducibles
Tsundoku: “acumular libros sin haberlos leído”. Imagen: Eli Francis para Unsplash

Tomemos el primer ejemplo que mencioné. Tsundoku (積読) es una palabra japonesa que se refiere al acto de “acumular libros sin haberlos leído”. 読 (doku) es el kanji relacionado con lectura, mientras que 積 (tsun) es el kanji para “acumular” o “amontonar”. Aunque no hay una palabra equivalente en español, estamos transmitiendo el significado de la palabra a través de su definición. En otras palabras, aunque no haya una traducción palabra por palabra, estamos describiendo el acto.

Pero estamos utilizando varias palabras para describir una. ¿Es válido? Veamos un ejemplo más sencillo y conocido por la gente que ha estudiado inglés. Cuando aprendemos los pronombres interrogativos, vemos que quién es who; cuándo es when; qué es what, y así sucesivamente. Cada palabra en español tiene su equivalente en inglés. Pero después vemos el caso que quiero discutir en este artículo: cuánto es how much. Dos palabras. ¿Deberíamos entonces decir que cuánto es una palabra intraducible del español al inglés?

Komorebi - palabras intraducibles
Komorebi: la luz que se filtra a través de las hojas. Imagen: Alex Grodkiewicz para Unsplash

Y luego están las definiciones que sobredescriben la palabra. Tomemos otro vocablo del japonés: komorebi (木漏れ日), que lo traducen como “el efecto de la luz que pasa a través de las hojas de los árboles”. Para comenzar, quisiera comentar que las líneas que dividen una palabra y otra en japonés son en ocasiones difusas, como en el caso de esta palabra, que está compuesta de tres elementos: 木 (ko, árbol); 漏れ (more, fuga); y 日 (bi, sol). De manera que incluso en japonés, más que una palabra es una frase: sol que se filtra entre los árboles. Una definición más corta que la original.

El japonés además tiene la capacidad de crear palabras largas que expresan ideas enteras por sí solas, ya que es un idioma aglutinante. Otro ejemplo de un idioma aglutinante es el alemán, que cuenta con palabras tan largas como Donaudampfschiffahrtselektrizitätenhauptbetriebswerkbauunterbeamtengesellschaft, que significa “Sociedad de funcionarios subalternos de la construcción de la central eléctrica principal de la compañía de barcos de vapor del Danubio, y que consiste en la concatenación de siete palabras.

Por último, la traducción se trata de comunicar ideas de un idioma a otro, en lugar de encontrar palabras equivalentes entre dos idiomas. ¿Cuántos de nosotros no hemos llegado a casa con una pila de libros nuevos sin haber leído los anteriores? ¿Cuántos de nosotros no hemos contemplado la luz del sol que pasa a través de las hojas de los árboles mientras estamos echados en el césped de un parque? Si estas ideas pueden transmitirse de un idioma a otro, ¿no se cumple entonces el fin de la traducción?

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