Conforme la tecnología avanza, nuestras vidas se hacen más cómodas. Con el fenómeno de la globalización, las distancias y los tiempos se han vuelto más cortos. Ahora podemos hacer videollamadas con familiares y amigos que viven lejos, y comprar cosas por internet sin tener que salir de casa.
La tecnología también está haciendo cada vez más delgada la barrera del idioma. En un artículo anterior mencionamos la disponibilidad de dispositivos que traducen en tiempo real, lo que ha llevado a varias personas a preguntarse, ¿cuál es el futuro de la traducción? ¿serán los traductores sustituidos por inteligencia artificial?
Popularización de dispositivos de traducción y otras tecnologías
Ciertamente la traducción automática ha permitido omitir el papel del traductor para muchas tareas. Como se puede ver en el video a continuación, productos como Pocketalk permiten la comunicación directa entre dos personas sin tener un traductor (o más bien dicho, intérprete) de por medio.
También existen tecnologías como OCR (Optical Character Recognition) que identifican caracteres y los traducen al idioma nativo. Muchos dispositivos móviles actualmente cuentan con cámaras con esta tecnología.
Pero en realidad estas son tareas simples en las que un error mínimo puede ser tolerable, y en el que la comunicación oral puede ser complementada mediante otras formas de comunicación, como expresiones, gestos o incluso ilustraciones (recuerdo que mientras aprendía chino solía utilizar una aplicación para hacer ilustraciones para darme a entender).
Incluso podemos hablar de la sustitución de traductores por máquinas en áreas como traducción de textos técnicos, donde hay términos específicos y las oraciones tienden a ser repetitivas.
Una tecnología que está revolucionando la industria de la traducción es la Traducción Automática Neuronal (NMT, por Neural Machine Translation), una red neuronal que es constantemente alimentada con nueva información. En consecuencia, proveedores de servicios de idioma pueden reducir sus costos y traducir a una mayor velocidad.
¿Hombre vs máquina?
Sin embargo, el uso de NMT tiene sus limitaciones. En primer lugar, para su optimización, esta tecnología supone un acceso a una base de datos enorme que en muchos casos es contrario al interés del cliente de mantener la privacidad del proyecto. Otro reto de la tecnología es su implementación, la cual solo es posible por proveedores de servicios de idioma de gran escala. Esto quiere decir que en un futuro próximo habrá una consolidación en torno a empresas que puedan adoptar este tipo de tecnología.
Por último, hay dominios en los que los textos tienen un mayor grado de complejidad que muy difícilmente pueden ser traducidos enteramente mediante Inteligencia Artificial, como la traducción jurídica, que requiere de un alto grado de precisión y atención al detalle, o la traducción literaria, donde se utilizan recursos como metáforas, el humor o la sátira que difícilmente pueden ser percibidos por una computadora.

La idea de que la Inteligencia Artificial sustituirá a los traductores asume que la relación entre el traductor y los avances tecnológicos es conflictiva. Si bien en muchas industrias la automatización está sustituyendo a la mano de obra, principalmente se trata de labores manuales o aquellas en las que no se requiere de un alto grado de especialización.
En el caso de los traductores, la Inteligencia Artifical complementa sus tareas al reducir los costos y tiempos de traducción. Sin embargo, las nuevas tecnologías definitivamente desempeñarán un papel importante en la competitividad de las empresas, por lo que se puede esperar que en los próximos años haya una mayor consolidación en la industria de la traducción.
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